Los precios de la vivienda en Valencia crecen un 16,8% en el año 2018, llegando a encarecerse más que en Madrid (14%) y Barcelona (8%). Es una de las consecuencias de la gradual recuperación del sector inmobiliario y de algunas de las medidas impulsadas por la Conselleria de Vivienda de la Comunidad Valenciana para frenar la burbuja en los precios del alquiler. La variación media en España en el cuarto trimestre de 2018 fue del 5,8%, y del 5% si comparamos con el año pasado.
Valencia junto a Málaga lideran este trimestre los mayores incrementos interanuales, en ambos casos por encima del 15%. En Alicante también se dispararon los precios hasta aumentar un 12,3%. Son diez las capitales de provincia que registran crecimientos en los precios de la vivienda de más de un 10%. Por regiones, las variaciones en Valencia (9,8%) y Alicante (6,8%) contrastan con los leves decrecimientos de Castellón (0.3%). De esta forma en Alicante se aproximan a los precios registrados antes del estallido de la crisis. En comparación con los valores máximos de hace una década, en la capital alicantina los precios se han reducido un 33,2%, un 41,8% en Valencia y un 55,1% en Castellón.
Pese a que la capital valenciana lidera la escalada de precios de la vivienda, Alicante y Málaga lideran la lista de ciudades donde se produce un mayor volumen de compraventas en proporción a su parque de viviendas. Sus cifras rondan las 34,3 transacciones por cada 1.000 viviendas existentes. Las actividades inmobiliarias en Valencia registran 23,2 compraventas por cada 1.000 viviendas y Castellón con 21,9. Mientras que la media española de permisos para la construcción de obra nueva fue de 3,7 visados por cada 1.000 viviendas. En Alicante se aprobaron 4,7 visados por cada 1.000 viviendas del parque provincial, mientras que en Valencia y Castellón se concedieron 1,9 visados de obra por cada 1.000 viviendas.
