¿Sabías que desde junio de 2014 el número de contratos hipotecarios encadena 24 meses de subida? Actualmente el valor de una hipoteca es de 108.000 euros, lo que supone un 5% más que hace 365 días. Las causas de este aumento continuado son los tipos de interés. Las hipotecas con un tipo fijo han ido ganando terreno en el último año y ahora son el 31,4% del total de las operaciones, siendo tan sólo el 4,95% el año pasado.
Este cambio de escenario tiene su explicación en los siete meses en negativo que encadena el Euribor, lo que hace que los bancos apuesten por la estabilidad de sus ingresos. De hecho, se espera que el indicador oscile entorno al 0% durante los próximos dos años. Así, todas las entidades tienen productos fijos puros o mixtos con tasas estables a 15, 20 y 25 años.
“Hoy por hoy elegir entre un tipo de interés u otro significa realizar una apuesta por la estabilización del Euribor, algo que es complicado de predecir por la larga duración de los préstamos hipotecarios”, afirma Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso. De seguir en tasas que no sobrepasen el 2% durante los próximos diez años, los tipos de interés variable seguirían siendo mejores para el comprador. Sin embargo, si se pasan esos límites y se alcanzan cotas más altas, firmar un tipo de interés fijo evitaría las connotaciones negativas derivadas de las fluctuaciones del Euribor.
En este sentido, los bancos suelen financiar hasta 80% del precio de compraventa de un piso, por lo que el comprador ha de contar con suficiente efectivo como para poder pagar el 20% restante, así como un 12% adicional que iría a parar a gastos de gestión como la tasación, la gestoría, la notaría y el pago de impuestos.
A día de hoy pagar hipoteca ya es más barato que pagar alquiler, pues representa una media del 21% del presupuesto mensual de las familias, mientras que pagar alquiler representa un 25%, un 4% más. Desde el Banco de España se recomienda que la cuota mensual de la hipoteca no supere el 35% de los ingresos familiares como máximo.
Es importante no elegir el tipo de hipoteca solamente por la diferencia entre el tipo de interés fijo o variable de cada banco. También se deberán considerar las comisiones y los productos vinculados (seguro del hogar y de vida, tarjetas de crédito o un plan de pensiones), que encarecerán el gasto en la hipoteca a largo plazo.