El Banco de España pondrá un límite de tres años a las entidades financieras para que consigan dar salida a los pisos que tienen en propiedad desde la crisis económica. En la circular que entrará en vigor el próximo 1 de octubre afectaría a las cuentas financieras de las entidades, a las que se les atribuye una carga de 84.000 millones de euros en activos inmobiliarios, según datos del Banco de España. Los cálculos se han efectuado en base a una serie de criterios periódicos dependiendo de la tipología de los activos. Las viviendas deberán ser puestas en el mercado a razón de un 25% anual, mientras que las oficinas, locales y naves equivalentes lo harán en un 20% y los suelos en un 15%.
Para agilizar el proceso de venta de los activos y poder dar carpetazo a una de las principales consecuencias para las entidades financieras de la crisis económica, el organismo regulador llevará a cabo un ajuste de los precios de la valoración contable de los activos. Dicha regularización será del 25% en viviendas, del 35% en oficinas, locales y naves equivalentes y del 40% en suelos. Esto supone un recorte equivalente a unos 25.000 millones de los 84.000 que están contabilizados en los balances de las entidades financieras.
A la hora de llevar a cabo la fijación del precio, los activos inmobiliarios deberán valorarse en el momento de la adjudicación con tasaciones individuales completas que deberán ser actualizadas al menos una vez al año. En cualquier caso, las sociedades de tasación no podrán volver a realizar dichas valoraciones y los bancos están obligados a tener bases de datos que aseguren la posibilidad de seguir el rastro de los activos desde la adjudicación hasta el momento actual.