Los datos del Consejo General del Notariado respecto al mes de junio muestran que la venta de viviendas se redujo un 18,9% respecto con el mismo mes en el año 2018. Un detalle llamativo, teniendo en cuenta que junio y julio suelen ser los mejores meses del año en el mercado de la vivienda. La caída de las ventas, sin embargo, no tuvo efectos en los precios, los cuales siguieron creciendo de forma moderada, alrededor del 1%, hasta los 1.435 euros. Algunos expertos atribuyen estos descensos a la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria el pasado 17 de junio. Así, la mayor complejidad para conceder una hipoteca que marca la nueva ley, ha provocado que en junio se reduzca en un 16,2% el número de prestamos hipotecarios para comprar vivienda, llegando a registrar 22.261 operaciones.
Pese a esta reducción, el importe medio de las hipotecas que se han firmado ha seguido creciendo, en este caso un 5,4%, y se sitúa en los 151.658 euros de media. Según las notarías, el 47,8% de las viviendas se compran a través de una hipoteca y llegan a cubrir, también de media, el 74,7% del precio del inmueble. Por el tipo de vivienda, la venta de pisos se redujo un 22%, con caídas del 21,8% en las viviendas de segunda mano y del 23,1% en las ventas de obra nueva. Por lo que respecta a los precios, los mayores incrementos se registran en los pisos de obra nueva, que crecen un 12,7%, mientras que las de segunda mano aumentaron sólo en un 2,7%. Por otro lado, el precio de las viviendas unifamiliares bajó en un 1,9%.
Con la entrada de la nueva ley hipotecaria se exige a los bancos la entrega de la documentación completa del préstamo y sus condiciones al cliente y a la notaría al menos diez días antes de la firma. La incertidumbre provocada por el cambio de gobierno está causando que algunos inversores decidan mantenerse a la espera hasta que se clarifique el escenario político antes de tomar decisiones de peso, lo cual no ayuda a que aumente la actividad en el mercado.
