Moscú es una de las grandes ciudades en las que se está llevando a cabo una profunda revolución en el tejido urbano para poder satisfacer las necesidades de sus habitantes. El gobierno municipal se ha embarcado en un proyecto que pretende ser ambicioso en la renovación de edificios y que conllevará la demolición de un total de 8.000 bloques de viviendas en el menor tiempo posible con el consiguiente y necesario realojamiento de hasta 1,6 millones de personas. Los problemas podrían llegar precisamente en esos nuevos alojamientos temporales para los propietarios afectados, los que al parecer se verían en la necesidad de vivir en apartamentos ubicados en zonas con una mala infraestructura. No obstante, el Ayuntamiento afirma que los pisos serían similares en cuanto a calidad y superficie pero sin considerar eventuales variaciones en el valor de mercado de los inmuebles o la densidad poblacional del nuevo distrito.
La renovación del parque de viviendas no fue consecuencia de una consulta a la ciudadanía sino que se tomó de forma unilateral, por lo que el tema está generando un debate generalizado en la ciudad rusa. Hay que tener en cuenta que estas medidas van orientadas especialmente a aquellos bloques de viviendas que tengan cinco plantas o más y que se habrían construido a finales de los años 50. En este sentido, hace años que este tipo de bloques empezaron a ser sustituidos por otros más modernos. Durante el plan anterior, que data del año 1999, ya se realojó a más de 160.000 familias por el derribo de hasta 1.651 edificios que sumaban una superficie total de alrededor de seis millones de metros cuadrados. Para que nos hagamos una idea de lo ambicioso que resulta el plan actual, el proyecto del gobierno municipal quiere tirar abajo edificios con una superficie total de más de 25 millones de metros cuadrados, cuatro veces la superficie del anterior plan.
