En 2018 se vendieron en España más de 500.000 viviendas, y suponen los mejores resultados de la última década. Según los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el ejercicio pasado se inscribieron en los registros de la propiedad 515.051 operaciones. El incremento que se ha producido respecto del año anterior, cuando se registraron 47.640 transacciones, ha sido del 10,1%. Se trata entonces del quinto incremento anual consecutivo, sin embargo, el crecimiento que se ha producido en 2018 representa el avance anual más moderado desde el 2014.
Los años de crisis provocaron un desplome en las transacciones de vivienda. Especialmente en los años 2008 y 2009, cuando las operaciones se desplomaron un 28,8% y un 25,1% respectivamente. Durante los años siguientes los descensos tendieron a moderarse hasta el año 2013, que es el año donde se registró la cifra de compraventa de viviendas más baja, con 312.593 operaciones. A partir de entonces se registraron incrementos anuales del 2% en 2014, de 11,5 en 2015, del 14% en 2016 y del 15,4% en 2017. Uno de los principales motores de esta recuperación fueron las transacciones de viviendas de segunda mano, que representan hasta el 80% de las operaciones. Las comunidades autónomas con mayores crecimientos en la venta de viviendas el año pasado fueron Murcia (24,3%), La Rioja (18,9%) y Castilla–La Mancha (18,1%). Por otro lado, las comunidades con el mercado menos dinámico en 2018 fueron las Islas Baleares (-2,9%), y Catalunya y Canarias que crecieron solo un 4%.
Las viviendas de segunda mano protagonizan el mercado inmobiliario en primer lugar, por la falta de oferta disponible de obra nueva y, en segundo lugar, por la notable diferencia en los precios en ambas tipologías de inmuebles. Hasta tal punto es el dominio, que, de las 515.051 operaciones, las transacciones de viviendas de nueva construcción no han conseguido superar las 100.000 unidades.
