Como sabemos y ya hemos repasado en anteriores post, el ‘año inmobiliario’ ha arrancado con optimismo y buenas expectativas. Tal y como han puesto de relieve muchos expertos, todo parece indicar que la vivienda sobre plano y los nuevos proyectos han vuelto a florecer timidamente, sin contar con el empujón de la vivienda de segunda mano y el peso de los inversores extranjeros.
Por eso el salón el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) siempre es un escenario en el que se ha podido tomar el pulso de cerca al sector, donde según una gran mayoría ‘reina la calma y la inversión y el interés inversor fluye’. No en vano, actualmente hay 8.000 millones rondando el mercado inmobiliario español, pese al freno que las incertidumbres políticas hayan podido acarrear. Las cifras al cierre de esta 18ª edición no dejan lugar a dudas: más de 200 expositores, un 25% más que en la edición anterior y un 30% más de superficie contratada.
En concreto, según recoge Inmodiario, SIMA ha consolidado algunas de las tendencias que se han venido apuntando por los expertos. Como por ejemplo, el creciente interés del público joven en adquirir su primera vivienda recuperando al comprador de entre 25 y 35 años, o, por otra parte, el auge en la demanda de la oferta residencial de costa.
A falta de conocer los datos definitivos de la edición en la que el Sima ha cumplido su mayoría de edad, se ha contabilizado un incremento de visitantes del 5%. En cuanto al producto demandado, la vivienda nueva y en Madrid ha sido el objeto de deseo mayoritario de los visitantes de la feria.