Cuando se trata de aumento de precios, Barcelona y Madrid se sitúan a la cabeza de todos los rankings. La recuperación económica ha culminado en Madrid, con un mercado inmobiliario en el que se han recuperado los índices saludables. No obstante, los precios han continuado su escalada hasta tocar niveles de récord. Actualmente, arrendar una vivienda en Madrid cuesta de media un 18’3% más que hace un año. Diversos estudios muestran que la renta media en Madrid hoy es de 1.758 euros, mientras que los pisos turísticos continúan desplazando el alquiler a largo plazo. Esta situación es la que ha convertido el mercado de la capital en el foco de todas las miradas.
Zonas tradicionalmente vecinales, como el barrio de Embajadores, están tomadas literalmente por los pisos turísticos. Un fenómeno que no solo complica el acceso a la vivienda para miles de madrileños, sino que además encarece desde el ocio a la cesta de la compra. Las viviendas que quedan fuera del circuito de los pisos turísticos son habitualmente infraviviendas y, la mayoría de las veces, escasas. El ayuntamiento de Madrid ha realizado varios intentos para tratar de controlar este fenómeno, hasta ahora con escasos resultados. El endurecimiento del alquiler turístico ha entrado en conflicto con derechos legítimos de los propietarios, que ven cómo aumentan sus beneficios con el arrendamiento temporal a turistas.
Muchas voces señalan que la única solución para este mercado es aumentar la oferta de vivienda en alquiler y ofrecer ventajas a los propietarios que saquen sus viviendas vacías al mercado, además de mejorar los sueldos y el mercado laboral en general. La reacción que se está produciendo a esta situación en el mercado del alquiler es el aumento de la compraventa. Se calcula que Madrid cerrará el año con la firma de 65.000 hipotecas, un 15% más que en 2017.
