Llega el verano y la gran mayoría de los españoles se preparar para pasar unos días en las zonas costeras. Muchos optan por hoteles y otras opciones de acomodamiento, mientras que algunos se deciden por alquilar viviendas vacacionales de forma temporal. Actualmente esta es precisamente una de las inversiones más rentables que se puede hacer en el mercado inmobiliario. Ese el motivo del alto dinamismo del mercado de estas zonas. Estudios señalan que hasta un 18% de los españoles están en búsqueda de una vivienda en la costa, lo cual supone 8 puntos más que hace una década, cuando la crisis inmobiliaria.
La recuperación económica, la apertura del grifo del crédito y el optimismo en el aspecto laboral lleva a los compradores a explorar opciones de compraventa. Encuestas señalan que del total de personas interesadas en comprar una segunda vivienda actualmente, hasta un 43% la busca en una zona de playa. La solidez del turismo en España y sus grandes activos, sol y playa, llevan a los inversores a buscar comprar para después alquilar. Incluso en un instante de gran incertidumbre debido a la legislación de los pisos turísticos, el interés por este tipo de viviendas sigue al alza.
La rentabilidad de alquilar una vivienda en la costa a terceros ha aumentado significativamente. La media en el 2017 estaba en el 2,38%, cuando hoy en día ya se encuentra en el 2,45%. Amortizar una vivienda en la costa alquilada durante los meses de verano nos llevaría una media de 33 años. El coste medio de una vivienda situada en una zona costera se sitúa en la actualidad en 222.584€, un 3,25% más que la cifra del 2017, que era de 215.579€. La renta media del alquiler semanal de este tipo de viviendas ha pasado de los 642€ a los 682€, lo cual supone un repunte anual del 6,28%. Y, dadas las circunstancias del mercado, no tiene visos de detenerse.
