El Ayuntamiento de Barcelona está estudiando la posibilidad de crear pisos sociales de alquiler y de construcción modular en edificios de titularidad municipal. Bibliotecas, mercados o escuelas podrían albergar pisos si no tienen la edificabilidad agotada. La intención es construir viviendas en azoteas, ya sea levantando más plantas o adosando las viviendas en paredes medianeras. La primera prueba se realizará en el distrito de Gràcia y pretende extenderse de forma paulatina a los barrios de Sagrada Família, Sant Antoni o en el distrito de Ciutat Vella. De esta forma, el Ayuntamiento escoge los equipamientos para agilizar los trámites, ya que así no es necesario modificar el planteamiento actual. La intención es exprimir todas las posibilidades que da la ciudad.
Aunque también explican que estas construcciones no serán viviendas en un sentido estricto. Sino que serán equipamientos habitacionales de uso temporal para colectivos como los jóvenes, las personas mayores o que sufran riesgo de exclusión. Esta medida forma parte del grupo de fórmulas del Ayuntamiento para aumentar el parque de viviendas de la ciudad en el período 2016 a 2025. El plan de vivienda incluye medidas muy variadas como construir nuevas edificaciones, comprar pisos vacíos o desahuciados, llegar a acuerdos de cesión con los bancos, convertir locales en pisos o con edificar en contenedores con los APROP (Alojamientos de Proximidad Provisionales).
La intención es optimizar el suelo urbano consolidado, identificando los solares vacantes y los que no han agotado su edificabilidad y que permitan generar vivienda asequible. . El proyecto ATRI (Alojamientos tácticos de repoblación inclusiva) supone para la administración una oportunidad para aumentar el parque de pisos sociales de la ciudad y garantizar precios asequibles en todos los barrios.
