Nuestra vivienda es, probablemente, la propiedad que más valor tiene de todos los bienes que poseemos, por lo que protegerla es una de las cuestiones que para muchas familias resulta prioritaria. En este sentido, existen muchas familias que tienen contratada un seguro ligado a una cierta cobertura financiera en el caso de que existiera cualquier tipo de percance, pero un porcentaje todavía muy importante de la población todavía no está convencido de esa necesidad. Lo asegura un estudio elaborado por AXA Assistance, que afirma que a finales de 2017 el 65% de las 25,5 millones de viviendas que existen en nuestro país estaban aseguradas, mientras que el 35% aún carecen de cobertura. Eso significa que hasta 8,9 millones de hogares todavía no cuenta con protección financiera.
Que exista un porcentaje tan elevado de hogares sin cobertura se explica por la no obligatoriedad de contar con un seguro del hogar, algo que no ocurre con otros bienes como pueden ser los automóviles. Otra de las razones es económica, pues según datos elaborados por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) a partir de cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Encuesta de Presupuestos Familiares, 9 de cada 10 hogares cuyo cabeza de familia tiene unos ingresos mensuales de 3.000 euros o más cuentan con seguro del hogar. Ese porcentaje baja al 78% en el caso de unos ingresos comprendidos entre los 1.000 y los 3.000 euros mensuales, mientras que para las rentas comprendidas entre los 500 y los 1.000 euros al mes el porcentaje no llega al 63%. Además, la gran cantidad de segundas residencias que hay en España es otro de los factores que causan este bajo porcentaje de viviendas aseguradas, pues el 25% del total de viviendas en España son segundas residencias, según el Ministerio de Fomento, por lo que es lógico que muchos propietarios escojan no asegurarlas o coger seguros que no incluyen el multirriesgo.
