En los últimos meses el mercado inmobiliario español ha estado experimentando una fase de estabilización. Las estadísticas publicadas sobre la materia muestran que, pese a que la compraventa de viviendas ha seguido creciendo, cada vez lo hace a un ritmo inferior respecto a periodos anteriores. Los datos publicados esta semana por el Consejo General del Notariado muestran un incremento medio del 1,7% en la compraventa de viviendas durante el primer trimestre de forma interanual, lo que representa el peor dato en los últimos cuatro años, desde el cuarto trimestre del 2015.
Tanto los datos como los expertos corroboran que esta moderación se trata de un parón temporal, donde es necesario que crezca la demanda en vivienda en ciudades que no sean Barcelona, Madrid y Palma. La última edición del Observatorio de Vivienda y Suelo, publicado por el Ministerio de Fomento este mes de julio saca las mismas conclusiones y también pone de manifiesto la ralentización en la compraventa de inmuebles en el ultimo semestre, entre el final del año 2018 y el inicio del 2019. Asimismo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que la compraventa de viviendas se ha moderado de forma notable desde el mes de noviembre de 2018 y donde no se han producido incrementos superiores al 7%.
Por otra parte, el precio sigue otra tendencia y es que este aumenta de forma constante. Por ejemplo, en España la vivienda de segunda mano se vendía de media en el mes de junio por 1.715 euros el metro cuadrado, lo que supone un 7,51% más que en el mismo período el año pasado. Los expertos señalan que estas subidas son algo habitual en aquellos mercados más dinámicos, sin embargo, defienden que existe un problema de accesibilidad a la vivienda especialmente para las personas con un capital de partida escaso o nulo, ya que el ahorro sigue siendo uno de los principales problemas de nuestra sociedad.
