Desde que se inició la reactivación económica tras la pandemia, el sector inmobiliario se encuentra en un momento muy dulce en cuanto a compraventa y concesión de hipotecas se refiere. De hecho, en 2021 el volumen de compraventas se situó en torno a las 550.000 transacciones. Desde donpiso auguramos una tendencia similar a la del año pasado para el 2022. No obstante, la inflación, el alza de los tipos de interés y las elevadas cifras de operaciones que se venían registrando en los últimos años han provocado que las compras de viviendas y las firmas de hipotecas lleguen a un momento de estabilización lógica.
Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, hace un llamamiento a la cautela y explica que “es una situación que se podría prever, ya que lo inusual eran los datos que se venían registrando hasta la fecha”. “Al encontrarnos en una situación excepcional y de buenos pronósticos han sido muchos los que se han refugiado en la compraventa de viviendas como activo refugio. Esto ha provocado que la oferta, sobre todo de obra nuevam se reduzca y, por ende, el precio de los activos aumente, lo que provoca una bajada de las ventas”, subraya el experto.
Además, el índice de referencia al que se vinculan la gran mayoría de las hipotecas a tipo variable, el Euríbor, está experimentado subidas drásticas en los últimos meses, una tendencia que ya se veía venir desde principios de año. Y es que, en el momento en que el Banco Central Europeo (BCE) vaticinó un aumento de los tipos, los particulares aprovecharon para comprar una vivienda con las mejores condiciones a tipo fijo.
“En este contexto, el tipo fijo se ha convertido en la opción más segura porque dará una mayor tranquilidad a los hipotecados, sobre todo a los autónomos. No obstante, los compradores que tengan salarios con considerables aumentos anuales podrán asumir el riesgo del tipo variable, que inicialmente será más barato que el fijo”, explica el subdirector general.
