El crecimiento de la economía consigue que muchos indicadores negativos comiencen a disminuir. Uno de ellos es, sin duda, el número de ejecuciones hipotecarias. En los momentos más dramáticos de la crisis, las ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual ascendieron a cifras de récord, convirtiéndose en una de las principales preocupaciones de los españoles. En los tres primeros meses del año 2018, el numero ha descendido hasta las 2.027, lo cual supone un 53,3% menos que en el mismo periodo del año anterior. Es decir, en solo un año las ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual se han reducido en más de la mitad. Este es el positivo dato que ha difundido el Instituto nacional de Estadística (INE).
El objetivo del INE con esta estadística es mostrar el numero trimestral de ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual que son registradas en los registros de la propiedad. También hay que tener en cuenta que gran cantidad de estas ejecuciones no terminan en el desahucio de los propietarios. El dato global de ejecuciones hipotecarias durante los tres primeros meses del año 2018 fue de 14.183, lo que ha supuesto un 17,8% menos en la tasa interanual. De estas ejecuciones hipotecarias, fueron 13.428 las que afectaron a fincas urbanas y 755 a fincar rústicas.
Si ajustamos los datos al tipo de vivienda afectada por la ejecución hipotecaria, los datos son dispares. Por un lado, las ejecuciones hipotecarias sobre fincas urbanas subieron un 12,9% respecto al anterior trimestre, pero bajaron un 18,2% en relación al primer trimestre del 2017. Dentro del apartado de las fincas urbanas, la cifra de ejecuciones aumento trimestralmente en un 4,6%, siendo a la vez un 27,1% menos en la tasa interanual. La cifra total se situó en 6.699. En el caso de las viviendas de personas físicas, las ejecuciones bajaron un 7,4% respecto al trimestre anterior y un 53% menos que en el mismo periodo de 2017.
