El mercado de los pisos destinados a uso turístico se encuentra en pleno auge debido, por un lado, a lo atractivo que resulta un país como España para el turismo nacional e internacional, y por otro, a lo novedoso y accesible que resulta a partir del uso de plataformas online. De esta forma, en los años 2016-17 este tipo de vivienda ha sido alquilada por más de 22 millones de personas en España, un 25% más que en 2014-15, según el IV Barómetro del Alquiler Vacacional en España, realizado por la plataforma HomeAway. Las familias son las principales arrendatarias de viviendas vacacionales, un sector que ha tenido un impacto de casi 14.000 millones de euros en España entre 2015 y 2017.
El informe apuntala así la idea de que los pisos turísticos aumentan cada día más su peso en nuestro país en comparación con otro tipo de alojamiento turístico como son los hoteles, los hostales o las casas rurales. Y es que hay un 84% de los encuestados que ven con buenos ojos alojarse tanto en un hotel como por una vivienda turística para sus vacaciones, mientras que el 16% restante sólo considera hacer uso de una vivienda turística. Tanto es así que esta modalidad ha aumentado seis puntos porcentuales en los últimos dos años, del 27% al 33%.
En lo tocante a las características de los viajes, la tendencia en los últimos dos años ha evolucionado hacia viajes de un formato más reducido pero de más repetición, es decir, más viajes pero más cortos. Así, el número de viajes llevados a cabo en estos dos últimos años por usuarios de una vivienda turística ha sido de 6,4 por las 5,7 veces en hoteles. Sin embargo, quienes deciden alojarse únicamente en una vivienda turística contratan más noches (5,5) que los que se alojan en un hotel (3,3), lo que también repercute en el gasto. Mientras que los que optan por la vivienda turística realizan un gasto de 2.436 euros durante toda la estancia, los que se alojan en hotel gastan 1.339 euros.
