Hasta el 16,6% de las ventas de vivienda en España durante el año 2018 se dirigieron a clientes extranjeros de más de 40 países de todo el mundo. Según publican varios estudios que analizan el perfil del comprador de vivienda de obra nueva, desde hace ya algunos años la demanda internacional de vivienda se ha convertido en un pilar fundamental del mercado residencial español, acaparando un elevado porcentaje de las compras.
Incluso a pesar de las actuales circunstancias de incertidumbre en el panorama europeo, con la compleja coyuntura del Brexit, los británicos siguen liderando el ránking de los compradores extranjeros de vivienda logrando un 9,7% de la cuota. Le siguen de cerca los compradores de origen sueco con un 9,1% y los belgas, con un 8,8%. El estudio muestra que, aunque la mayoría de estos clientes adquiere una vivienda como una segunda residencia de vacaciones, sus estancias son cada vez más prolongadas, pudiendo llegar en muchos casos hasta los 6 meses al año. A los compradores belgas le siguen los clientes chinos, que acaparan hasta el 8,3% de las operaciones; seguidos de los alemanes, con el 7,5% y los holandeses en un 5,9%. Los compradores de origen ruso, que tuvieron una importante presencia en España hace algunos años ha ralentizado el ritmo de compraventa y acaparan el 5,6% de las ventas.
Este estudio además sitúa un elevado porcentaje de viviendas adquiridas por extranjeros se produce en la costa de Levante, las Baleares y muy especialmente en la Costa del sol. Los motivos que les traen hasta estos destinos son principalmente el buen clima, las excelentes comunicaciones con el resto de Europa y el atractivo momento del mercado inmobiliario español.
