Acceder a una vivienda en alquiler en España es cada vez menos asequible y en los últimos años crece el esfuerzo económico que realizan las familias para residir en un hogar. Actualmente, la mayoría de los hogares españoles destina al menos el 40% de su renta disponible al pago del alquiler. La diferencia es llamativa si comparamos con el porcentaje medio de la Unión Europea, que se sitúa en el 27,1% de la renta.
Sin embargo, aunque en España el número de hogares en propiedad está bastante por encima de la media de la Unión Europea, con un 77,1% y un 69,3%, respectivamente, son cada vez más las personas que se decantan por el alquiler. De este modo, a cierre de 2018, las familias que residen de alquiler suponían ya el 18%, lo que supone cuatro puntos más que en 2007. Algunos expertos del sector inmobiliario justifican este cambio de tendencia principalmente por las dificultades a los que se exponen los jóvenes que buscan emanciparse, con unos elevados precios de la vivienda en relación con los salarios, por la falta de estabilidad en algunos empleos y por cambios que se han producido en las desgravaciones fiscales.
Los incrementos en el precio del alquiler difieren entre los diferentes territorios que conforman el estado, siendo Catalunya, Cantabria y las Islas Baleares como las comunidades que han experimentado las mayores revalorizaciones, que rondan el 15%. La única comunidad donde el alquiler es ahora ligeramente más barato que en 2007, es la Comunidad Foral de Navarra. En el caso de Catalunya y Baleares, son dos de las comunidades donde más crece de media el alquiler, en el caso de los alquileres en las islas el incremento es del 27,7%, y en el caso de los catalanes del 24,9%. A estas comunidades les siguen Canarias, con un incremento del 27,8% y Madrid, con un 23,3%.