Los españoles eligen compra antes que alquiler. Las razones para descartar el alquiler son la subida de precios, los bajos tipos de interés a la hora de contratar hipotecas y la opinión de que la vivienda es una “inversión de futuro”. El informe “Observatorio del ahorro y la inversión en España 2018” nos define como “un país de propietarios” en dónde el 80,4% de las familias tiene una vivienda en propiedad. A pesar de la notable perdida de valor de las viviendas después de la crisis, el español medio sigue prefiriendo la compra sobre el arrendamiento.
El informe muestra como la vivienda tiene un peso importante en el ahorro de las familias españolas. El 80’4% de las viviendas españolas cuenta con casas en propiedad, una cifra que ha disminuido en el último lustro, cuando estaba situada en el 81’9%, pero que todavía resulta significativa. Las familias españolas que cuentan con otros bienes inmuebles, la mayoría en forma de segunda residencia vacacional, asciende al 9’7%. Esta situación, según los autores del estudio, resulta muy negativa para la economía española, ya que hace que los españoles sean más vulnerables a la crisis.
El informe destaca cómo la inversión inmobiliaria de las familias españolas ha restado décimas al producto interior bruto del país. Las viviendas en propiedad restan movilidad a los trabajadores, lo cual los hace menos competitivos y más vulnerables al desempleo. La decisión de los españoles de apostar por el inmobiliario también tiene otros efectos en la economía, especialmente a la hora de fomentar actividades que dependen completamente del ciclo económico, como la construcción. Cuanto más peso tienen en la economía española, más vulnerables son. El informe señala que los motivos por los que las familias siguen apostando por la crisis son el régimen fiscal favorable y los altos precios del alquiler. Por eso recomiendan diversificar a la hora de invertir, alternando entre activos financieros y reales.
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